To the victory, always (?)

“Cuando uno tiene sarna y se cura, la extraña”. Siempre me gustó esa frase que tiraba mi abuelo. Y claro, Calamar él, sabía lo que era extrañar algo que te hace sufrir –o en este caso rascarte y que se te caiga la piel (?)-.
Y el año pasado no veía la hora de que el campeonato llegara al receso. La campaña era de malísima para abajo, y era como si a un boxeador que acababa de caer a la lona con un terrible knockout, su victorioso contrincante lo siguiera golpeando, ya sea con patadas, el banquito en el que descansa o con una llave inglesa. Pero se terminó. Al menos por un tiempo me curé de esa “sarna”.

Ahora la adrenalina vuelve a correr, siempre pasa, mucho más a medida que los días corren y ESA fecha está más cerca. Yo no sé si todos los hinchas de un club de fútbol somos iguales, o realmente si somos masoquistas. Pero por mal que ande nuestro querido equipo, siempre queremos que vuelva a rodar la pelota.
Y lo que es peor, cuando venimos de hacer una campaña de mierda, más fe le tenemos a nuestros colores. De alguna manera nos convencemos de que todo tiempo pasado fue peor (sí, en este caso sí) y que de alguna manera todo se va a mejorar, sin necesidad de escondernos debajo de una mesa (?).

Bueno, seré un boludo, por alguna razón sé y estoy convencido de que este año no vamos a sufrir como en el 2008. Al menos en esta primera parte del año, en la cual nos jugamos el futuro. Si por confiar a muerte en que esto va a cambiar soy un boludo, bueno, sí, soy un boludo. Y si por bailar ballet soy un mariquitas, bueno, sí, soy un mariquitas (?).

No voy a caer en la clásica y habitual crítica futbolística acerca de los jugadores que vinieron. Sólo voy a mencionar que ahora sí me parecen refuerzos y que, además, por fin tenemos un entrenador en serio (al menos, la impresión que uno tiene).
Lo único que voy a contar acerca de los refuerzos son algunas características distintivas de cada uno:
- Un uruguayo traído desde Olmos.
- Un patovica al mejor estilo boliche (bailanta) de zona oeste (Casanova/ San Justo)
- Un flogger (en este tengo mis dudas, no acerca de si es un flogger, sino en cuanto a su rendimiento y otras vicisitudes personales)
- …………………………………………. (léase “Mono” Madrid)
- Uno que tiene una cabeza encogida por esos indios amazónicos y que acostumbra (o acostumbraba) a deglutir felinos al spiedo.
- Un grandote número “9” que tiene cara de niño bien, mariscal de campo de algún equipo de football americano de preparatoria (?).

La esperanza está depositada. ¡A por ellos, muchachos! (?)